Se trata de cinco trabajadoras nucleadas en el gremio ATE, que se desempañaban en la Secretaría de Género y Diversidad de la ciudad de La Plata.
Según se informó, las mujeres realizaban tareas hace más de siete años en el área, pero el vínculo laboral siempre fue muy irregular. Finalmente, la decisión se dio bajo las órdenes de Carolina Píparo, quien ya había estado en el ojo de la tormenta por otros ajustes vinculados al mismo tema.
Cuatro de ellas se enteraron por teléfono y una, Amelia, recibió la noticia esta mañana cuando se presentó a trabajar como en un día normal. Lamentablemente es un modus operandi común para estas situaciones, en las que trabajadores y trabajadoras se enteran del hecho en el mismo momento en el que asisten a sus actividades y sin previo aviso como debería corresponder.