El histórico puesto gastronómico de Plaza Rocha, que había sido clausurado poco antes de finalizarse las obras de renovación del espacio, ya se encuentra operando en su nueva ubicación, en pleno centro platense.
El conflicto generado por el cierre del emblemático punto de venta derivó en una instancia de diálogo, que concluyó con la relocalización del comercio a menos de 300 metros de su antiguo emplazamiento.
Bajo el nombre de “La Filia”, el local que operaba en la intersección de 7 y 60 reabrió sus puertas, permitiendo a sus propietarios y empleados recuperar su fuente de ingresos. Con la misma propuesta de sándwiches que supo fidelizar a su clientela, ahora funciona sobre la avenida 7, a escasos metros de la calle 57, en cercanías de las fiscalías penales.
La reubicación fue posible gracias a un acuerdo alcanzado con el Municipio. El nuevo espacio, situado en una zona aún más céntrica, cuenta con un contrato de locación por dos años, lo que garantiza estabilidad para el emprendimiento.
“Estamos comenzando de nuevo, pero con la confianza de que todo saldrá bien. La gente nos aprecia mucho y reconoce tanto la calidad de nuestros productos como el trato que brindamos”, expresó Florencia Bustos, una de las trabajadoras del lugar.
Por su parte, los propietarios detallaron que, en conjunto con la Comuna, se identificó un local próximo a la plaza, se realizaron las reformas necesarias y se logró mantener el mismo espíritu que caracterizaba al puesto original.
“Seguimos ofreciendo lo mismo de siempre: una completa propuesta de sandwichería”, destacaron.
Despedida definitiva a Plaza Rocha
La mudanza marca el cierre de una etapa vinculada a un lugar que la familia logró sostener durante años, incluso en el contexto de las obras de remodelación de Plaza Rocha. Desde un principio, los responsables del comercio habían manifestado su disposición a adaptarse al nuevo diseño urbano del espacio verde.
Sin embargo, desde el Ejecutivo municipal señalaron que la concesión ya estaba vencida y que el proyecto de renovación no contemplaba la permanencia del puesto. Esta decisión generó un período de incertidumbre para los seis trabajadores que dependían del emprendimiento.
Tras varios días de tensión, se alcanzó un entendimiento que permitió la reapertura del local la semana pasada.
“Ahora necesitamos que quienes nos elegían sepan que volvimos, y que seguimos ofreciendo lo mismo de siempre”, concluyeron.
