Un informe oficial elaborado por la Dirección de Asistencia Integral para Personas en Situación de Calle indica que, desde finales de 2023 hasta la fecha, se registraron 5.500 casos de personas que atraviesan esta compleja realidad en La Plata, recibiendo asistencia médica, legal y emocional.
De acuerdo con el reporte, este número abarca intervenciones directas, alojamientos en paradores municipales y derivaciones desde otras áreas, como la Secretaría de Género y el Patronato de Liberados. El documento integra el primer informe de gestión del Programa de Asistencia Integral, evidenciando la magnitud del problema y las acciones implementadas en los últimos meses.
Los equipos municipales ofrecieron atención personalizada que incluyó desde controles médicos hasta la gestión de pensiones no contributivas, trámites en ANSES, acompañamiento judicial, soporte emocional y herramientas para la reinserción laboral, como la elaboración de currículums y asesoramiento en la búsqueda de empleo.
La preocupante realidad de las personas sin hogar en La Plata
Este dato se suma al diagnóstico reciente que estima que más de 250 personas pernoctan a la intemperie en distintos puntos de la ciudad, siendo en su mayoría varones, aunque también hay mujeres y niños.
El aumento en la demanda de asistencia llevó a fortalecer la red de apoyo, que actualmente se organiza en torno a dos Centros Integrales de Día —uno para varones y otro para mujeres con niños— donde se brindan alojamiento, alimentación, atención médica, talleres de alfabetización, capacitación laboral y asesoramiento legal.
Además, se intensificaron las recorridas nocturnas y la colaboración con organizaciones sociales, religiosas y barriales, como Cáritas, la CTA, El Buen Gusto y la Juventud Gimnasista, que aportan viandas calientes, ropa de abrigo y frazadas para quienes aún permanecen en situación de calle.
Desde la Municipalidad informaron que, al inicio de la gestión de Julio Alak, los paradores estaban en estado crítico. “Los paradores municipales se encontraban en condiciones muy precarias, sin agua, con falta de camas, colchones y frazadas, y contaban con solo diez trabajadores para brindar atención 24/7. Desde entonces, se llevaron a cabo mejoras significativas: se restauraron los espacios, se incorporó personal, se digitalizaron datos y se reactivaron los canales de comunicación con la comunidad“, detalló Nicolás Carvalho, responsable del área.
A pesar de los progresos, las autoridades reconocen que la situación demanda una mayor intervención estatal y un trabajo conjunto. “Es fundamental seguir articulando con otras instituciones y avanzar en políticas públicas que promuevan una integración real“, afirmó Liliana Florentín, directora de Asistencia Integral para Personas en Situación de Calle.
