Un informe del CISUR reveló que los habitantes de asentamientos viven en promedio hasta los 60 años, frente a más de 70 en el resto del país. Las muertes en edad activa duplican la media nacional y más de un millón de familias enfrentan condiciones críticas de vida.
El Centro para la Integración Socio Urbana (CISUR) presentó un relevamiento basado en datos del Renabap que mostró una brecha de 11 años en la expectativa de vida entre quienes habitan en barrios populares y el resto de la población. El registro identificó desde 2016 un total de 6.467 asentamientos, con más de 1,2 millones de familias expuestas a graves carencias en infraestructura y servicios básicos.
Según el estudio, en los barrios populares el 25,3% de las muertes ocurre en menores de 50 años, mientras que en la población general esa cifra baja al 10%. Además, casi la mitad de los decesos —un 47,7%— se da entre los 15 y los 64 años, duplicando el promedio nacional. La falta de cloacas en el 97% de los asentamientos, las conexiones eléctricas precarias en el 66%, y la ausencia de agua potable segura explican buena parte del deterioro en la salud.
El informe destacó también riesgos ambientales y urbanísticos: familias viviendo bajo autopistas o al lado de vías férreas, exposición a residuos y zonas inundables, e infraestructura inadecuada frente a catástrofes naturales. En paralelo, un trabajo de TECHO alertó en 2024 que estos barrios están rodeados de basurales, industrias contaminantes y autopistas, lo que aumenta las enfermedades respiratorias, dermatológicas y gastrointestinales.
En el Gran La Plata, un relevamiento de la UCALP indicó que unas 260.000 personas residen en barrios populares de La Plata, Berisso y Ensenada. Entre los asentamientos más grandes aparecen Puente de Fierro, con más de 5.200 habitantes; la toma del Ex Club de Planeadores en Los Hornos, con 2.600 familias sobre 163 hectáreas; y El Mercadito en Ringuelet, donde el BID financió obras de urbanización. También se destacan la Favelita en Tolosa, barrios en Ensenada como El Zanjón y Piria, y El Carmen en Berisso, que arrastra problemas de infraestructura desde 1947.
