La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó a una movilización este jueves en Plaza de Mayo para expresar su rechazo a la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. La central obrera proyectó una convocatoria de alrededor de 150 mil personas y dispuso un operativo especial para evitar incidentes.
La conducción sindical definió que durante el acto se leerá un documento político con críticas al rumbo oficial y que hablarán los tres cotitulares de la CGT, con intervenciones breves frente a los manifestantes. El mensaje apuntará a cuestionar los principales ejes del proyecto y a marcar una posición unificada del movimiento obrero organizado.
La marcha se organizará en un contexto de tensión creciente, luego del ataque a la sede del Sindicato de Empleados del Vidrio (Seivara), ocurrido el lunes en la Ciudad de Buenos Aires. El gremio, conducido por Cristian Jerónimo, sufrió destrozos y el robo de tres discos rígidos, un episodio que la CGT interpretó como intimidatorio y que motivó el refuerzo del dispositivo de seguridad en la movilización.
Desde la central también manifestaron preocupación por posibles cruces con organizaciones de izquierda, que se sumarán a la protesta con reclamos propios y pedidos de paro nacional. La CGT buscó evitar infiltraciones que deriven en hechos de violencia y que puedan desvirtuar el sentido de la convocatoria.
En paralelo, confirmaron su adhesión docentes y nodocentes. El Frente de Unidad Docente Bonaerense, integrado por AMET, FEB, SADOP, Suteba y Udocba, anunció su participación, mientras que ATULP, gremio nodocente de la UNLP, resolvió un paro y la presencia en la marcha junto a la CGT y las CTA, en rechazo a la reforma laboral y al ajuste presupuestario sobre el sistema universitario.



